lunes, 29 de abril de 2013

Más nieve en abril

El Carche, Collado del Pozo de la Nieve, 1275 mts.


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domingo, 28 de abril de 2013

"En Abril nieves mil"

La Cingla (1.079 m)
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lunes, 22 de abril de 2013

SIERRA ESPUÑA: VALLE DE LEYVA-POZOS DE LA NIEVE-MORRÓN-SENDA DEL CARACOL (SENDERISMO)

Este pasado domingo hemos aprovechado un excelente y templado día primaveral para realizar una nueva excursión senderista familiar por el corazón de Sierra Espuña, en un recorrido parcialmente coincidente con nuestra última salida betetera (Sierra Espuña 2x1), a la que se le ha añadido un espectacular tramo, no ciclable (ascenso al Morrón de Alhama y senda de El Caracol), que nos ha permitido disfrutar, si cabe en mayor medida, de este magnífico parque natural.
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domingo, 21 de abril de 2013

CLASIFICACIÓN I MARCHA BTT VILLA DE ONIL

5ª Prueba del circuito Montañas Alicantinas del año 2013.
La numerosa participación de corredores locales, y de nuestro club en particular, ha cosechado unos magníficos resultados.
Eduardo Carpena, esta semana sin problemas mecánicos, ha vuelto a subir al primer puesto del cajón en su categoría junior. Pero además, y tan importante o más si cabe, ha obtenido el vigésimo tercer puesto en la general que es mucho decir. Alberto Soriano le acompañó en el segundo lugar del la categoría en una jornada redonda para los juniors.
Adrían Medina sigue desplegando todo su potencial entrando segundo en categoría élite. Un solo segundo le ha separado del primer puesto.
Jose Pascual Martínez Yago ha vuelto a poner todo en su sitio tras superar los problemas de las últimas semanas alcanzando de nuevo el cajón con un meritorio tercer puesto en su categoría máster 45.

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sábado, 20 de abril de 2013

LA LIEBRE Y EL JABALÍ: UN TROMPAZO DE FÁBULA.


Como casi todos los jueves por la noche, las liebres habíamos quedado para salir con nuestras linternas a explorar el campo en busca de nuevas sensaciones. El buen tiempo había llegado de un día para otro y, ya se sabe, que cuando la atmósfera cambia las charlas se vuelven más anodinas y vacías. Y es que el pelo difícilmente se cambia de un día para otro y, en esta época, a las liebres nos toca pasar todos un poco más calor del recomendable o arriesgarnos a pasar frío y pillar un resfriado.
Y así, hablando del tiempo y de qué ropa era más adecuada para esa ocasión, dejamos atrás las luces de las farolas y nos adentramos en la oscuridad de la noche sin pensar que, realmente, las linternas que nos alumbran el camino son a la vez un reclamo para nuestros enemigos que nos acechan con más facilidad.
Liebre. Acuarela de Daniel López Bragado.
A toda cerrera tomamos rumbo al sur , hacia la Gran Sierra desde la que se ve el mar. Empezamos pasando por un sitio en el que había un montón de conejeras enormes de esas en las que viven los humanos. Es curioso cómo actúan las personas. Antiguamente todo aquello eran enormes bancales secos y llenos de piedras que no quería nadie porque había que trabajar mucho para obtener muy poca cosecha. Quiñones, creo que los llamaban. Pero de un día para otro, la gente empezó a dividir los grandes bancales haciendo unas eras muy pequeñas rodeadas de alambradas. Al poco tiempo plantaron alrededor unas plantas muy amargas que no nos gustan ni a las liebres ni a los conejos. No puedo entender porqué ponen esas vallas si nunca vamos a entrar a comernos lo que hay dentro porque no nos gusta. Después construyeron las enormes conejeras y ahora la gente vive allí con unos perros muy grandes que se pasan el día y la noche ladrándose los unos a los otros. Y de vez en cuando nos dan unos sustos de muerte cuando pasamos.
Más adelante llegamos a unas tierras que ahora están muy bien arregladas. El año pasado plantaron unas cosas gordas y redondas que estaban muy buenas. Este año están naciendo muchas plantas, pero todavía no se sabe lo que va a salir. Ojala sea alfalfe, como el que salía antiguamente por el pasico del gato.
Pasamos cerca de un monte que los humanos están cambiando de sitio poco a poco con unos carros enormes que hacen mucho ruido. A las liebres no nos gusta acercarnos a esos sitios porque no hay tierra para hacer una cama y echarse un rato a descansar y nos da miedo que nos aplaste la rueda negra de uno de esos carros.
De repente el camino desapareció y tuvimos que seguir por una senda muy estrecha que al final tiene unos escalones muy empinados. Arriba se veía una cosa alta muy fea hecha de hierros cruzados. Cuando veo cosas así en sitios tan inaccesibles siempre pienso en lo mal que lo pasarían las mulas a las que obligaron los hombres a llevar las cosas hasta esos sitios. Ellos sabrán porqué lo hacen.
Al otro lado había otra vez camino y las liebres pudimos volver a correr. Pero enseguida nos paramos a esperar y reunirnos todos, que la noche es traicionera y no conviene dejar a nadie rezagado. De noche no vuelan los gavilanes, pero con el buen tiempo empieza a haber muchos mochuelos dispuestos a comerse una liebre.
Serie de rapaces. Óleo de Daniel López Bragado
Tuvimos que cruzar un camino muy ancho con el suelo muy negro pintado de rayas blancas. Como cuando lo hicieron no pensaron ni en las liebres, ni en los conejos, ni en los sapos, ni en lo erizos, no hay un sitio para poder pasar por debajo. Pero las liebres sabemos que por allí pasan muy deprisa carros con dos linternas que hay que evitar porque te pueden atropellar. Miramos a un lado y a otro y como no pasaba ninguno cruzamos muy deprisa.
El camino empezó a empinarse cada vez más. Nos estábamos acercando a la Gran Sierra y las liebres sudaban y resoplaban cuesta arriba. Muy pronto el grupo de liebres que habían comido orejones de Crevillente para cenar tomaron ventaja al resto. Pero, como siempre, acaba reinando la camaradería y el grupo lebruno se rehace para recorrer alegremente el camino que bordea la Gran Sierra hacia el este. No merecía la pena subir hasta lo más alto porque siendo de noche no íbamos a ver el mar.
El Gran Jabalí. Óleo de Paco Bandera.

En esto que andábamos bastante deprisa buscando un sitio en el que comer un rato. Por un camino muy cerrado entre pinos y coscojas nos dirigíamos en busca del mejor sitio para descansar cuando de pronto sucedió lo que nadie se esperaba. Un enorme jabalí negro como la noche apareció de la nada para cruzarse en mi camino, que en ese momento iba abriendo el grupo. El salvaje marrano andaba seguramente, lejos de su casa en lo más profundo de la Gran Sierra, buscando por las viñas que hay junto al monte, algo de comer que llevar a su familia. Cuando, de repente, vio aparecer en medio de la noche el fantasmagórico rosario de linternas brillantes que forman las liebres en sus procesiones nocturnas. Desconcertado y sin saber a qué atenerse, el cochino echó a correr en dirección a su casa temeroso de que su familia cayese en manos de aquello, que debía ser la Santa Compaña o algo peor. Y sin prestar atención a las más elementales normas de la buena conducta ni de la educación vial, cruzó el camino en dirección al monte como lo que era, un jabalí, sin ceder el paso a quien venía por su derecha, que era yo. Os podéis imaginar quien salió perdiendo del encontronazo. Mis magras carnes de liebre se dieron un trompazo descomunal contra la enorme masa de tocinos, perniles y solomillos sin elaborar. Sin posibilidad de reaccionar me convertí en la segunda liebre voladora del grupo junto con la liebre Miguel Lucas. Cuando me desperté estaba metido en una carrasca varios metros más allá del lugar del choque, panza arriba y con las patas por delante. La liebre Carpintera también recibió un buen golpe y las caras de quienes me acompañaban resplandecían blancas del susto en mitad de la noche. Y el enorme jabalí se había dado a la fuga sin dejar los datos del seguro y sin rellenar el parte amistoso de accidente. Ya volveremos a por ti y te haremos embutido para acompañar las gachasmigas anuales que se celebran en la enorme conejera de la gran liebre Paco.

Por suerte, muy gran suerte, no me rompí ningún hueso. Y gracias a la atención y los cuidados de las otras liebres pude volver a mi cama de liebre por mis propios medios como cualquier jueves.

Moraleja: no bastan cinco sentidos para esquivar al peligro, por lo que al monte nunca saldrás sin la compañía de un amigo.
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Retratos de esta misma mañana


Aquí os dejo la parte gráfica, la parte documental vendra después. Un saludo y buen fin de semana.
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domingo, 14 de abril de 2013

X MARCHA BTT DE NOVELDA

Acaban de publicar los resultados de la X Marcha BTT de Novelda.
Este fin de semana la marcha ha estado repartida entre Novelda y Los Chispos, lo que no ha sido inconveniente para que los nuestros hayan obtenido unos magníficos resultados, si bien es cierto que algunos han sufrido circunstancias que les han impedido rendir al nivel que nos tienen acostumbrados.
Destacar, un fin de semana más, a los corredores juniors. Esta vez ha sido Alberto Soriano Pérez quien se ha subido a lo más alto del cajón en su categoría. ¡Enhorabuena!




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sábado, 13 de abril de 2013

El Carche



Sigue siendo duro, pero sigue enamorando.....al final cumbre de cuatro de nosotros...Pepe Maestre por 1ª vez.....y también por vez primera la nueva máquina de Manolo Lido....todo fue muy bien y a las 13.00 en en pueblo. Confio que el grueso del pelotón disfrutara de igual manera de las sendas programadas por Viña P. Esperamos la crónica oficial de la salida de hoy.....Buen fin de semana a todos.
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Jueves noche


Os dejo las fotos del jueves noche...sitio, el Serral...itinerario rapidísimo...noche sin frío y esquivando el aire y al llegar al pueblo algunos al castillo a pedirle a la patrona que no le den rampas en la II vuelta al término. Adiós.
En La Molineta
Haciendo el burro.


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miércoles, 10 de abril de 2013

Martes?

Si martes, ayer una citación nueva nocturna y como preparación para la II vuelta al término de Yecla, convoco a 8 de nosotros que decidimos partir rumbo a Tobarrillas a fin de inspeccionar parte del trazado por donde discurrirá la mencionada prueba este próximo día 27. Como ejemplo de la gran organización que se esta realizando para el éxito de la II vuelta os adjunto una fotografía donde todos colaboramos en apartar un enorme pino que había caído a causa de las nieves de este pasado invierno y que cortaba el camino de forma total. Todos a una y como siempre se ha demostrado, las liebres aunaron sus fuerzas y lograron apartar el imponente árbol dejando completamente expédito el camino. Por lo demás una excelente ruta con unos 41 kilómetros de recorrido que nos hizo pasar por la casa del Nene, casa del Jumillano, casica Palabra, Boticario, Almendros, Casas del Miedo y Fianza. Después por la vía de servicio de la carretera de Almansa hasta el pueblo donde entramos sobre las 12 de la noche. Mañana jueves más, la nocturna de todas las semanas que a buen seguro será igual de divertida como lo fue la de ayer. Hasta mañana pues.
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domingo, 7 de abril de 2013

Clasificación Marcha BTT Villamalea 2013.

Celebrada esta mañana de domingo ha contado con la participación de dos miembros del Club Btt Las Liebres Yecla.
Hay que destacar el primer puesto logrado por Eduardo Carpena Marco en su categoría Junior y el meritorio resultado alcanzado por Marín Hernández pese a los problemas físicos que le han aquejado este fin de semana.
Como viene siendo habitual, el circuito de Albacete no presta ningún interés por los corredores de la categoría y no se han podido encontrar los datos de la carrera de Edu. No obstante, una foto vale más que mil palabras:




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LOS CUCOS DE LEL.

La etapa realizada este sábado se ajusta plenamente a la etiqueta "RUTAS ETNOGRÁFICAS". El recorrido planificado en un principio, quizás demasiado ambicioso, abarcaba desde Lel hasta el paraje de La Alberquilla en la solana del Carche. A la hora de la verdad, entre la sorprendente profusión de cucos en la zona de Lel y la espantosa mañana de viento que nos salió, la ruta se redujo al título de la entrada: Los Cucos de Lel. Esta mañana de domingo cuatro liebres que ayer se perdieron la salida han realizado la ruta en segunda convocatoria. Ya nos contarán si pudieron completar el recorrido y a la hora que se les hizo.
El grupo, numeroso, parte a las 8:05 del Los Leones, donde Pepe Maestre batió, creo que de manera definitiva, el récord de la avería más tempranera, pues tuvo que salir directamente hacia una ferretería a buscar el tornillo de repuesto para el cierre de su tija del sillín.
Cruzamos el hondo del campo y la fría mañana nos dejó manos y pies helados como en pleno invierno. Pero pronto recuperamos el calor en el portillo del Serral y lo mantuvimos bien encendido por la pista de la Sierra de Salinas en las que un par de duros repechos sentaron a cada uno es su sitio, incluidos los hombres mayores. Y así llegamos a la Casa del Mosén, para entrar de inmediato en la Comunidad Valenciana.
El primer cuco, de Elías, no lo vimos. El segundo, Cabriol, ya conocido, lo divisamos a la derecha del camino que no abandonamos. Ya más adelante nos desviamos de la ruta a Lel y paramos en un yermo dominado por un cuco de buena factura y bien conservado del que desconocemos el nombre y que se muestra a continuación.
Al pasar por Lel paramos a almorzar y continuamos las marcha por la zona de La Centenera, en un agradable paraje de pinares en suaves colinas. Pronto llegamos al Cuco de la Centenera, ubicado junto a una antigua cantera y probablemente el más conocido de la zona.
A escasos 400 metros del anterior, en una cata de cantera abandonada a la derecha del camino, Paco y Francis encuentran otra construcción de piedra seca en falsa bóveda relacionada con los cucos y el trabajo en la cantera. Destaca del resto por su planta rectangular y su techo con remate adintelado.
Continuamos hacia el paraje del Toscá y encontramos numerosos cucos de diverso tamaño, factura
y estado de conservación. Destaca especialmente el llamado de Potrós, que llegó a tener dos dependencias unidas, de las cuales la más grande y reciente aparece hoy hundida. La parte más antigua es de una sorprendente perfección contando incluso con una escalera exterior para subir arriba.
Seguimos por un camino asfaltado y llegamos a la confluencia de la Vereda de Quijal con la Cañada de Los Serranos. En esta zona podemos divisar como se suceden las construcciones de mampostería en seco a la derecha de nuestra marcha. Cucos por todas partes. De todos los tamaños y acabados. Reconvertidos, en uso y abandonados.
Y así llegamos casi a Pinoso. El viento que hasta ahora nos había empujado era ahora ese convidado al que nadie invita pero que siempre aparece cuando menos falta hace. Nos quedaba la vuelta que el grueso del grupo hicimos por Raspay y la Hoya del Mollidar, intentando esquivar en lo posible el fuerte viento que nos azotaba de frente pero que a Pepe Sánchez no parecía afectarle lo más mínimo pues nos llevó en fila india, torturándonos a ratos, 30 kilómetros como si nada. Habrá que averiguar la procedencia de los orejones que nos ofreció Raúl porque le hicieron un efecto parecido al de la poción mágica: por favor Raúl, que sea la última vez ;-).

En resumen, una interesante ruta para conocer un poco más de la tierra que nos rodea que solo resultó deslucida por el fuerte viento y el mal servicio que recibimos en la terraza donde paramos a tomar la cerveza final que culminó la ruta y que alguno estuvimos a punto de pagar con un resfriado.

Aquí, todas las fotos.
  AQUÍ EL TRACK REALIZADO: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4251804
Resumen de la ruta:
Distancia: 68 km.
Ascensión acumulada: 636 m
Duración 5:55 h.
Tiempo parados: 1:55 h.
Velocidad media en movimiento: 18 km/h
Dificultad: ninguna. Un corto tramo de senda y dos repechos duros pero cortos.
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viernes, 5 de abril de 2013

Nocturna nº 6: rambla y senda.


Un grupo indeterminado de liebres  "dos hombres mayores", como diría Martín, y ningún fotógrafo, nos dimos cita la noche del jueves para hacer la ruta prevista en el calendario.
El recorrido de salida fue la transitada pista de la Umbría del Factor hasta la Casa de Cerro.
Al llegar la la traviesa la cruzamos para tomar rumbo a la Hoya Torres  a través de un tramo inédito para la mayoría: un camino que se fue desdibujando poco a poco hasta desembocar en la Rambla de la Capellanía, en la que Francisco Muñoz hizo un medio mortal carpado para despedirse de su cascada Lapierre. 
Nos incorporamos al recorrido de la Vuelta al Término para recorrer la senda del Cerro de Los Condenados; sencillamente espectacular de noche.
Tras cruzar la carretera de Jumilla buscamos la parte final de la ruta por la Casa del Alto y el cerro de La Flor. Todo a un ritmo vivo que nos devolvió a casa a las 11:45, habiendo tenido de que reparar incluso un pinchazo de Raúl.

Mañana tenemos ruta etnográfica para visitar varios cucos por Lel y el Carche. Serán 80 km que nos van a venir muy bien para la inminente II Vuelta al Término. Así que se ruega adelantar los relojes 10 minutos para intentar estar a las 8:00 en marcha.

Hasta mañana sábado.

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