domingo, 15 de septiembre de 2013

El Capirutxo y La Silla.

En la soleada y calma mañana del sábado, 19 liebres, de espíritu o carné, nos dirigíamos hacia La Famos por el Camino de la Casa del Nene, buscando la aproximación más cómoda posible hacia el Barranco del Paraíso. Ya tendríamos tiempo para afrontar repechos, que este día no nos iban a faltar.
Una primera parada por avería mecánica divide el grupo que se terminará de reunir de nuevo en el alto de Olula, justo donde parte la pista hacia Santa Bárbara. Empezamos, sin prisa, la cómoda bajada que va estirando el pelotón y, como es habitual en esas situaciones, la cabeza no puede saber lo que sucede en la cola. Pasando Aguas Verdes y viendo que faltaba gente paramos. Esperamos e intentamos la comunicación y al final se confirma. Alguien ha tenido problemas. Paco Sánchez Ortuño (ex Saurín) ha sufrido una caída en la bajada. Un enganchón con otro compañero lo ha mandado al suelo y se ha hecho mucho daño. Por suerte no ha tenido ninguna rotura y confiamos que cuando se le pase el dolor, puede que en varias semanas, todo habrá terminado.
Tras el normal desconcierto en esas circunstancias, los 16 supervivientes reemprendemos la marcha bajo las vías de los trenes, yendo a buscar la conocida subida al Capirutxo de Fuente la Higuera.

Unas primeras rampas más suaves conducen a  varios duros repechos que suavizan más adelante mientras la pista recorre la umbría de pinos; densa y húmeda con las recientes lluvias. Acaba la tierra y el exigente camino de hormigón nos lleva al límite. Junto a la garita de vigilancia disfrutamos a partes iguales las magníficas vistas del entorno, el almuerzo y la conversación.



El olor a disco quemado impregna la bajada por el mismo tramo hormigonado. Pepe Maestre ya ha conocido  las duras rampas que llevan a la cumbre y decide volver a Yecla. El resto nos metemos en la senda que baja hacia Fuente la Higuera por la cara norte. Una senda larga, variada y entretenida que se abre paso entre la densa vegetación no exenta de tramos técnicos, escalones rocosos, subidas inesperadas, suaves bajadas en tierra y muchas curvas muy cerradas, algunas de las que no dan opción a girar la bicicleta sin poner pie en tierra.
Nos reagrupamos junto a un avispero, no había sito más apropiado, y tenemos que salir zumbando por las vías del tren, desmanteladas y en obras, hasta alcanzar la antigua carretera del puerto de Almansa.
La subida por el viejo asfalto es fea y aburrida. No tiene otro calificativo mejor. Pero no hay otra opción. Llegados al alto nos desviamos a izquierda en busca de la pista que sube a la sierra de La Silla recorriendo su parque eólico. Es una pista larga y empinada de zahorra muy suelta. Las rampas se suceden entre el arbolado en un agradable recorrido. Una curva de 180 grados nos anuncia que dejamos la ladera para recorrer el cordal de la sierra, en un continuo sube y baja con unas vistas espectaculares. Merece la pena el esfuerzo.
La bajada, que llega justo cuando has perdido la esperanza en que la cuesta que subes sea la última, merece un punto y aparte. Se hace por un cortafuegos que recorre la divisoria de aguas. Pero la insensata pendiente y el terreno pedregoso y disgregado no amedrentan a los más atrevidos, que completan la bajada en escasos minutos volando sobre las piedras. Otros nos limitamos a mantenernos encima de la bici mientras podemos, echando pie a tierra en cuanto no lo vemos claro.

Al final, como dice Pablo Godoy, "todo lo que sube, tiene que bajar". Y cada uno según sus capacidades bajó esa trialera infernal que es el cortafuegos de La Silla. No apto para principiantes.
La vuelta la hicimos por La Encina. Enfrente de las casas, cerca de la vía, hay un grifo con agua potable donde repostamos agua para terminar la ruta. El calor estaba apretando y hacía falta reponer líquidos.
Y así, en amor y compaña, llegamos a Caudete y su circunvalación. Cogemos el  Camino del Pinar y volvemos por la ruta habitual, superando las últimas subidas con las pocas fuerzas de reserva de nos quedaban. El Tío del Mazo se empeñó en feriarnos, y alguno llegó a su casa con el perrito piloto bajo el brazo. Al final una ruta larga y dura, exigente pero satisfactoria para todos. Sobre todo para los cuatro que la pudimos completar en su totalidad brindado brindando con unas jarras escarchadas el La Mesa. 93 km y 1400 m para no olvidar.
Gracias, Raúl, por las fotos.

6 comentarios :

Diego dijo...

En primer lugar desear una pronta recuperación a Paco, que es el decano de nuestro Club, y que el percance sufrido no lo desanime a continuar montando en bici con nosotros.
En cuanto a la salida a mí se me hizo realmente dura, sobre todo la parte que no conocía hasta ayer, el paso por la sierra de La Silla, la subida a ésta se me hizo bastante más larga de lo que en realidad es.
Hemos comenzado la temporada con recorridos duros e intensos, confío que más adelante intercalaremos alguno menos exigente, para hacer asequibles las salidas a la diversa variedad de Liebres.

ANDY dijo...

Vaya salida, larga y dura, tan dura como recordaba de la vez anterior, pero en este caso a principios de temporada.

Vaya también con el ritmo del personal de principio a fin. Se nota que la mayoría han pasado el mes de agosto de descanso "activo".

Llegué a casa que literalmente no me sentía las piernas y me costaba esfuerzo estar de pie. Y yo que pensaba que el Altiplano no eran los Alpes.

En cuanto a los recorridos, pese a que están programados, se admiten sugerencias o nuevas propuestas. Además, y como es sabido, en todas las salidas, y en especial en el caso de las de larga distancia -de periodicidad mensual- (la Tobarrillas Total Extrem está a la vuelta de la esquina), siempre puede puede optarse (individualmente o en grupo) por acortar el recorrido, a lo que se suma que normalmente la primera mitad del recorrido es pistera y de poca dificultad técnica, por lo que entiendo que resultan asequibles a la diversa variedad de liebres.

¡Animo Paco!. Me alegro que, pese al susto, no te hayas roto nada y que dentro de pocos días volvamos a verte con la bici.

Liebre Valiente dijo...

Gracias por no mencionar mi abandono en la crónica. Que mal lo pasé no se lo deseo a nadie.En cuanto a Paco desearle una pronta recuperación.
Nos vemos en la próxima.

Francis dijo...

Que envidia me dais (de la sana), lástima la caida de Paco, pero esta bien, he hablado con él y esta magullado pero bien. Un saludo a todos.

Juanmi dijo...

Bonita ruta y mejor crónica. Bastante dura, parece que aparte de una habitar entre Lietor y Ayna, el tío del mazo tiene una pequeña sucursal en la cantera de los altos de Caudete (recientemente rebautizada como "la Devoradora"). La verdad es que hemos empezado fuerte la temporada. Yo ya estoy temiéndome como será esa ampliación de la Tobarrillas Total Extreme!! Esperemos que se mejore rápido Paco y también Francis, Gustavo y Agustín, y otros que puedan estar en el dique seco y se me escapen.

Anónimo dijo...

El club de los lisiados volverá a dar guerra, un saludo a todas las liebres.

Gustavo.