sábado, 28 de diciembre de 2013

Liebres-Fuera Pistas: lo que faltaba 'pal duro'.

Todavía no me he recuperado de la inocentada de esta mañana, y no sé cuanto tardaré en volver a sentirme las piernas. La anunciada "Salida por Yecla" parecía en principio que sería un recreo mañanero para un sábado de inverno. En numeroso grupo hemos salido por el camino de los Aragoneses hacia la Fuente del Pinar. Pedro y Patro (ha faltado Juanjo), asiduos a los grandes acontecimientos del Club,  han hecho hoy su primera salida como Liebres de carné. En el fondo es como esas parejas que llevan toda la vida juntas y al final deciden casarse. Un gesto que se agradece, y que ha empezado a dar sus frutos hoy mismo.
El terreno y la mañana invitaban a perderse por los pinares de Tobarrillas y los Rincones, y es justo lo que hemos hecho. Los agradables (y exigentes a ratos) caminos medio abandonados nos han dejado en esa senda, agradable aunque breve, que voltea la Loma de los Caballos y que estábamos tiempo sin recorrer.
Tras una ligera desbandada y el cruce de unos barbechos Diego y Manolo han tomado el camino de vuelta. Los demás seguimos la pista hasta los Altos de Jódar. Llegados arriba se nos había pasado todo el frío.
Un rápido descenso y llegamos a la Casa Valparaíso. El ritmo es fuerte desde la salida y ya hay apetito, pero decidimos llegar al Cuco de los Garganchines, y paramos a almorzar.

El monumental cuco es posiblemente el lugar más visitado del entorno. Con seguridad es el sitio donde más ciclistas paran a almorzar. El sitio está bien cuidado y conservado, aunque quiero hacer una observación. El suelo está sembrado de colfas (peladuras, pieles para los de fuera del extranjero) de plátano y naranja. No pasa nada por abandonar un a piel de plátano por aquí y otra por allá en el monte (corríjanme si no es así). Pero si todos lo hacemos en el mismo sitio, la verdad es que aquello toma mal aspecto. Procuremos siempre no dejar esas cosas a la vista, o echarlas más adelante al bancal, donde servirá de abono cuando labren. Y los envoltorios que no sean orgánicos, siempre al bolsillo.
El siguiente tramo ha sido de los mejores: sendas, pasando por la Fuente de San Pascual, que está seca, para llegar a una de las pistas de la zona. Un recorrido que hacemos siempre en sentido contrario y que se ha demostrado que es divertido en cualquier sentido.
La idea era llegar a la Casa del Aire. Pero se ha puesto a llover. Con el agua y la niebla era difícil orientarse y al final hemos precipitado la vuelta, dando algún que otro rodeo que a nadie ha importado pues el sitio estaba gratamente irreconocible, superada la tremenda sequía que este otoño hemos padecido.
Como se nos ha desbaratado el plan inicial, hemos decidido por mayoría hacer la senda de los Tanos. La cabeza seguía a un ritmo incansable y por la cola se veía alguna cara descompuesta. Pero ha sido una delicia la zigzagueante subida cerrada entre pinos y la bajada tortuosa hasta la Casa Jaime.
Ya en la pista olíamos la cerveza. Pero la recompensa se iba a hacer de rogar. Capitaneados por Patro, hemos hecho un final de etapa épico. Primero un par de tramos de la rambla del Cañizar, hasta la Casa de los Aljibes. Después buscando la Senda de los Cazadores, por la umbría de la Sierra del Cuchillo, que a esas alturas se me ha hecho dura de verdad. Hemos bajado de la Decarada por otra rambla. Y al llegar a Yecla, hemos atajado hasta la Plaza de Toros por sendas que recorren los huertos hasta el Jardín de las Pencas.
Al final, la "Salida por Yecla" ha sumado 69 km y 930 m de desnivel. Añadidos a la exigencia difícil de medir de algunas sendas y ramblas, no han sido ninguna broma. Pero así es como mejor sientan los tercios cuando terminas.
Mañana más lejos y más alto. Veremos cómo se da el Carche.
Aquí el track de la ruta.

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