viernes, 14 de febrero de 2014

Doce liebres realizando práctica deportiva en espacios naturales (con nocturnidad y alevosía).

Entre una ciclogénesis explosiva y otra, hemos tenido la fortuna de encontrar una ventana de buen tiempo que nos ha permitido disfrutar de una magnífica etapa nocturna por la Loma de los Caballos y Casa del Boticario, siguiendo una sucesión de caminos cojonudamente malos, a cada cual peor, que son donde los liebres lo pasamos mejor. Punto. Y final.

3 comentarios :

ANDY dijo...

¿Cómo se os ocurre? ¡Delincuentes medio-ambientales es lo que sois!... y la mayoría reincidentes.

Diego dijo...

Los espacios naturales deben reservarse para otros colectivos que lo respetan y gestionan mejor, y no para los ciclistas que son ...

Anónimo dijo...

No semos delincuentes, semos enfermos... es que la droga es mu mala...