domingo, 30 de marzo de 2014

Otro sábado provechoso.

A falta de lluvia, en lugar de ir a buscar caracoles hemos salido a tomar un poco el aire por el monte en bicicleta. Y bien que nos ha dado toda la mañana, de frente, de espalda y de costado.
Empezamos por buscar el barranco del Paraíso. Para variar salimos por el camino de la Boca del Cántaro. A continuación enlazamos un laberinto de caminos para llegar a la tendida pista que pasando por el Granillo remonta el barranco del Paraíso, abrigado del fuerte viento del noreste por la sierra de Santa Bárbara,  en esta ocasión envuelta en una espesa niebla. Coincidiendo a tramos con la Caudete Dúo Extreme llegamos a la ermita de la cumbre, que nos recibió con las puertas abiertas y nos cobijó del viento y la humedad. Una invitación imposible de rehusar en un día de perros como hacía.
La senda de bajada por el Granillo estaba en un estado inmejorable gracias a la humedad del día y los preparativos de la prueba que se estaba disputando. Seguimos disfrutando sendas en perfecto estado hasta la casa de Cirote, los Tanos y Casa Jaime. Volvimos a reponer agua en su cuidado aljibe y proseguimos ruta por la rambla del Cañizar hasta la Casa de los Aljibes.
El final, que me perdí por prudencia, discurrió al amparo de la Sierra del Cuchillo por la magnífica senda que recorre su umbría. Se debería declarar espacio de interés natural, lúdico, deportivo y paisajístico toda la Sierra y mandar las excavadoras a hacer hoyos a otra parte: el monte será de unos cuantos, pero el paisaje es de todos y protegerlo es un interés público que nuestro Ayuntamiento está obligado a defender, sin tibieza ni medidas tintas, de los especuladores, de la conserjería (sí, conserjería) de medio  ambiente,  del ministerio de industria y del Nucio del Vaticano si hiciese falta.
Acabando la mañana por la Rambla de la Decarada se completa una ruta extraordinaria que no por cercana y archiconocida  deja de ser muy recomendable y del máximo interés.
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viernes, 28 de marzo de 2014

Cacería nocturna.

Por más que lo hemos buscado, no ha aparecido. Ni en el barranco de la Bronquina, ni en el Serratejo, ni en la Sierra de Salinas, ni en los Cerricos de Cano. El jabalí no se ha dignado en salir a recibirnos.
Noche entretenida de caminos sendas, bancales y pedregales: auténtica salida "Liebres". El sábado, más; y si no mejor, por lo menos igual.

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domingo, 23 de marzo de 2014

La cara oculta del Carche.

Junto al Arabí y la Sierra de Salinas, el Carche completa el podio de las grandes cumbres razonablemente próximas a Yecla. Al menos lo suficiente para que sus ascensiones, en etapas con inicio y final en el casco urbano,  estén al alcance de cualquiera que practique regularmente el ciclismo de montaña. Y quiero aclarar que ir y volver a trabajar cada día en bici no se considera, a estos efectos, practicar regularmente el ciclismo de montaña.
Hacer cumbre en el Carche desde Yecla implica recorrer 80 km. Si se baja por las trialeras, no aptas para todos los públicos, se atajan 10, pero te dejan prácticamente fuera de los límites de la Sierra. Las rutas habituales suelen pivotar en la cumbre, con distintas opciones de subida y bajada por las pistas desde La ermita, Raspay, La Rosa o Viña P. Esta etapa de larga distancia del Club Btt Las Liebres Yecla pretende recorrer la zona de la Sierra más alejada y desconocida y alejada de nosotros, la que mira hacia el sur, Pinoso y La Pila, entre las pistas de Viña P y Raspay.
El acercamiento se realiza por la habitual ruta de la Casa de la Ermita, entrando a la Sierra por el Barranco del Saltador y siguiendo la pista, recientemente restaurada, hasta el primer refugio, junto a la Peña del Castelar. El camino se va empinando según se acerca a los límites de la Sierra hasta llegar a la Cueva de la Pólvora. La pista continúa en un agradable recorrido a media ladera que de cuando en cuando se asoma entre la vegetación hacia el valle hasta que uno de los característicos aljibes construidos hace años en muchos de los barrancos de la sierra nos advierte de que el paseo ha terminado y toca volver a esforzarse para seguir subiendo hasta la zona del Albergue de la Peña, alcanzando la pista que viene de las famosas 18 curvas, que todo el que las ha contado subiendo sabe que son 16.
 Girando a la izquierda se recorre la umbría de la sierra en dirección a Raspay con magníficas vistas hacia Pisana, Las Pansas y la Sierra de Salinas. Dejamos a un lado la pista que baja hacia la internacional pedanía yeclana, donde se acabó el presupuesto de la reparación, y seguimos por un camino deteriorado y poco transitado hasta doblar el Collado Gaspar, que da paso a la solana de la sierra. El camino se torna a partir de aquí más aéreo, o así lo parece, seguro que por perderse el abrigo de la exuberante vegetación que dejamos atrás.
En pocos kilómetros se alcanza el otro cruce de pistas y seguimos en dirección a la cumbre. A 200 metros se encuentra, a mano izquierda, la primera senda, 400 metros de bajada hasta el collado de la Cueva del Cachorro. Un buen sitio, soleado, para almorzar al abrigo del viento.

En el cruce tomamos la pista de la derecha, la que sube desde Viña P. Una rápida bajada durante 1700 metros para tomar, a izquierda, una senda mítica: la de Jaime el Barbudo, pionera de las marchas en BTT de la zona. Un kilómetro con dos tramos muy diferenciados: hasta y desde la cuerda del monte. Tendida y agradable bajada hasta doblar la cresta de la sierra con unos 300 metros finales muy erosionados con dos pasos realmente complicados que mejor no intentar si se tienen dudas.
Bajo los imponentes cortados del Crestón del Cañal hemos llegado al camino de la Solana de las Colmenas, por el que descenderemos hasta llegar a su inicio. Aquí es donde la ruta empieza de verdad.
Un pegajoso camino recorre una sucesión de pequeños collados y tierras de labor hasta el barranco de Aniso. Paralelo a éste, un camino deja paso a una senda que nos devolverá, en dura subida, a la pista del Collado de las Colmenas, por la que se continúa subiendo hasta pasar el primer y el segundo Cocón. Queda un tercero antes de alcanzar el collado,  pero antes nos vamos a desviar, a la derecha, para descender por el Barranco del Zurridor. Es éste un rincón sorprendente por su gran belleza y vegetación enclavado en la parte más árida de la sierra. La bajada empieza en camino. Pronto pasa a ser una senda, poco transitada pero ciclable, que se encaja en el fondo del barranco. Solo al final unos escalones rocosos aconsejan descabalgar unos metros antes de abandonar definitivamente el sorprendente rincón hacia la zona del Cuco de la Alberquilla. Lástima que en menos de mil metros la senda termina y volvemos a las áridas tierras de secano de la Solana de las Alberquillas.

Sin desviarnos a ver el famoso Cuco, nos disponemos a volver hacia la civilización, en dirección a Raspay procurando perder la mínima altura. Para ello hay que recorrer una sucesión de caminos, sendas y algún reciente labrado hasta una cantera abandonada que da paso al paraje de Las Solaneras por un viejo y erosionado camino que tras varios duros sube y bajas termina con las pocas fuerzas que nos quedan en la Vereda de la Solana del Carche.
Llegados aquí no nos podemos resistir a recorrer la Rambla de la Yedra, aunque sea preciso volver a adentrarse en la sierra por una de las pistas que vienen de Raspay hasta el Collado de las Colmenas, que, ahora sí, vamos a alcanzar, aunque por la vertiente opuesta a la que hemos traído toda la mañana. Es esta una subida agradable que se solventa en los repechos iniciales y se mantiene, en suave y continuo ascenso, hasta el collado. Donde, por fin, llega  la bajada definitiva y la gran diversión. 700 metros de camino estaremos en la rambla. Más de tres kilómetros de sendero limpio, rápido fácil y divertido que son la justa recompensa al esfuerzo derrochado para llegar hasta allí empeñándose en no seguir nunca el camino más fácil, aunque en estas sierras decir el menos difícil sería más correcto.
La parada en la plaza de Raspay a reponer agua es obligada. La vuelta a Yecla, por donde siempre lo hacen Las Liebres: sin tocar la carretera, saltándonos el track y el protocolo por los escalones rocosos del collado del Serral y el camino de Abanilla.

Con la excusa de siempre, buscar sendas por todos los parajes, esta ruta se aleja de las rutas habituales para descubrir rincones desconocidos para la gran mayoría. Una ruta exigente que merecerá la pena hacerla, al menos una vez, para que no te la tengan que contar.

Datos prácticos:
Distancia total: 82 km.
Ascensión acumulada: 1530 m.
Tiempo total: 5:40
IBP: 143
Análisis IBP del track grabado y depurado.
Descarga del track (GPX Wikiloc).
Descarga del eRoadbook (BTRK para TwoNav).
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viernes, 21 de marzo de 2014

CAMI DE CAVALLS (VUELTA A MENORCA EN BTT)

Menorca, isla declarada Reserva de la Biosfera en 1993, cuenta con una ruta, El Camí de Cavalls (Camino de Caballos), de unos 185 kilómetros que rodea toda su costa. Aunque no se conoce con exactitud sus orígenes, se sabe que durante el siglo XVII su función era proteger la costa menorquina y comunicar entre sí todas las torres de defensa. También era utilizado por payeses y su acceso era totalmente libre.
A lo largo del siglo XX el Camí de Cavalls sufrió un gran deterioro debido a la falta de mantenimiento y desuso de algunos tramos. Gracias a la presión de determinadas asociaciones y colectivos, en el año 2000 se promulgó una ley al objeto de establecer el uso y paso público, libre y gratuito sobre el trazado original. En la actualidad, el Camí de Cavalls conecta la mayor parte de las playas y calas de Menorca y es un recorrido, completamente señalizado, muy transitado por senderistas o turistas a pie, caballo o en bici.
Aunque se puede realizar en bicicleta de montaña, el firme irregular y pedregoso de ciertas zonas, y los continuos sube y baja del trazado, obligan a intermitentes, y a veces continuos, tramos a pie o de porteo. Así, la mayor parte de los tracks disponibles en la red (para bici) evitan algunas zonas del todo impracticables. Por ello, el recorrido propuesto evita el Barranco y Cala de Llucalari, la Playa de Fornells y el tramo entre Cala Pregonda y Ets Alocs, así como la esquina noroeste y el lado oeste de la isla. Aún así, incluye tramos intermitentes a pie. En total son 198 km y 3.174 m de desnivel positivo acumulado (track aquí), que pueden realizarse en tres intensas jornadas de bicicleta.
Existen numerosas empresas que ofrecen recorridos variados en bicicleta por la isla, Camí de CavallsPedals de MenorcaCavalls de FerroMenorcasport, etc., así como también servicio de alquiler de bicicletas. La mayoría de estas últimas cuentan con bicicletas actuales y de alta gama. Nosotros alquilamos unas Trek Superfly FS 8, doble suspensión y ruedas de 29 pulgadas, en Tot Velo por un precio de 25 euros/día (69 euros/3 días).
En nuestro caso, el planteamiento de la ruta era el mismo que el de la Vuelta a Lanzarote de hace unos años. Establecimos el campamento base (un apartamento) cerca de Ciutadella, alquilamos una furgoneta y fuimos combinando las salidas turísticas y senderistas de nuestras parejas con los finales de cada una de las etapas, al final de las cuales nos recogían.

La singular configuración geológica de Menorca condiciona la orografía, la naturaleza del firme y la ciclabilidad del Camí de Cavalls. Así, la mitad sur, ocupada por una altiplanicie carbonatada de escaso relieve, corresponde a un extenso karst en el que atravesamos un gran número de barrancos y encontramos abundantes obstáculos en el sendero debidos al afloramiento de rocas calizas de morfologías irregulares. Por su parte, en la zona norte aparece un mosaico de materiales de diferente edad, composición y color que dan lugar a un relieve accidentado, de tonalidades policromáticas y de valles anchos y poco profundos. En esta zona, el firme del sendero presenta, salvo algunos tramos, una naturaleza arcillosa y una abundancia de fragmentos rocosos planares, siendo en general más regular y ciclable, aunque las elevadas pendientes, tanto en subida como en bajada, disminuyen la ciclabilidad global del sendero.

1ª Etapa: Ciutadella-Cap d´en Font (70 Km. 1.140 m D+)
Desde Cala en Blanes (8:15 h) comenzamos a pedalear por distintas calles y viales urbanos de los alrededores de Ciutadella. Cruzamos la ciudad y continuamos por carreteras secundarias y caminos rurales en dirección a la costa sur de la isla.
Algunas vallas y caminos privados después llegamos a la costa, a la altura de Son Saura (el track continua por un camino con cartel de finca privada, aunque sin cadena o candado. Continuar por el, pero sin salirse del mismo y volviendo a cerrar la puerta).
Preciosas y recónditas calas de intenso azul se suceden.
Cala en Turqueta, Cala Macarelleta, Cala Macarella, ....
Entre calas y playas, los kilómetros y kilómetros de sendero se abren paso a través de un denso e impenetrable bosque mediterráneo. Acebuches, encinas, pinos, sabinas, enebros, algarrobos, etc. se disponen a ambos lados del Camí en número, tamaño y densidad desconocidos en nuestras latitudes mediterráneas.
Reponemos fuerzas en Cala Galdana y, poco después, llegamos a Cala Mitjana donde, pese a que ya hemos visto unas cuantas calas y playas, nos vuelve a sorprender su particular azul, sus aguas cristalinas y su belleza. Sin duda, la cala que más me ha gustado de toda la costa sur por la que hemos pedaleado.
El cruce de numerosos barrancos durante todo el recorrido costero y la presencia de escalones rocosos o rocas de formas angulosas e irregulares obligan a intermitentes tramos de porteo. A todo esto, la bici de 29" me causa buenas sensaciones desde el principio. Permite ciclar, en mayor medida que las de 26", las irregularidades del camino, tiene una buena maniobrabilidad y no encuentro inconvenientes apreciables en los cambios de ritmo asociados a subidas técnicas. No obstante, y pese a todo, cuanto he echado de menos a mi..., bueno, al menos, al sillín de mi francesita.
Zonas y caminos rurales, bucólicos senderos entre muros de piedra seca e incontables puertas se suceden en este mosaico o puzzle parcelario en el que está dividido la isla.
Las calles y viales próximos a algunas de las urbanizaciones de la costa (Sant Jaume, San Bou, Cala en Porter,...) permiten aumentar la velocidad media y suponen cortas interrupciones al eterno o infinito sendero por el que discurre el Camí de Cavalls en esta zona. Por fin, después de casi siete horas de pedaleo (o en movimiento) llegamos a Cap d´en Font (17:00 h).

Datos prácticos (1ª etapa):
Distancia: 70 km
Desnivel acumulado: 1.140 m               Altura máxima: 84 m.
Tiempo en movimiento: 06:50 h.
Velocidad media (mov):  10,3 Km/h
IBP: 155
Dificultad física (Media-Alta) y Técnica (Media-Alta)
Observaciones: Tramos intermitentes a pie. Firme con escalones y rocas de morfología angulosa e irregular.


2ª Etapa: Cap d´en Font-Fornells (70 Km. 1.080 m D+)
Después del atracón de senderos técnicos del día anterior, los primeros kilómetros de esta etapa resultan cómodos y rápidos. A las 9:00 h comenzamos a circular por los viales, calles y carreteras próximas a Binissafua, Binibeca, Biniancolla y Punta Prima. Al pasar esta última, nos adentramos en un sendero costero bajo la atenta mirada de la torre de vigilancia del Morro d´Alcaufar.
Después de Cala Alcaufar, alternamos caminos rurales y carreteras, con algunos tramos de sendero, que nos conducen a Binissaida de Damunt, Santa Ana, Es Castell y Mahón.
Reponemos fuerzas en una terraza del puerto deportivo de Mahón y continuamos por carretera hacia Sa Mesquida y su playa. Hasta aquí han sido 28 cómodos kilómetros en 2:45 h (incluyendo paradas varias y almuerzo).
Seguimos, paralelos a la costa, pedaleando por senderos y estrechos caminos junto a verdes bosques y prados de la campiña menorquí.
Paisajes tan verdes y exuberantes, en este luminoso día pre-primaveral, que nos recuerdan a zonas y latitudes del pre-pirineo.
La orografía de esta zona es más acusada que la de la costa sur, aunque el firme arcilloso y/o la naturaleza esquistosa del terreno se deja ciclar con mayor facillidad.
Después de un corto tramo de carretera, pasamos la albufera des Grau, seguimos por caminos y senderos costeros y llegamos a la Platja d´en Tortuga.
Un camino y un corto desvío por un tramo asfaltado nos conducen al Cap y Far de Favàritx.
Areniscas y esquistos negros confieren al entorno un aspecto desértico y lunar.
Comemos algo (menos mal que llevamos comida y agua de reserva para poder auto-abastecernos en estas situaciones) y retomamos la marcha. Dejamos la carretera y nos adentramos por un sendero junto a la costa.
Nuevos caminos y senderos por la campiña menorquí reconfortan la mente y contribuyen a alegrar el ritmo de pedaleo.
Pasamos junto a Ses Salines y Cala Addaia y, una vez llegados a la civilización (Port d´Addaia), tomamos un refresco y repostamos agua.
Varios kilómetros de asfalto, por carreteras secundarias y viales de urbanizaciones fantasmas (que también parece haber en la isla), a los que les siguen unas pistas forestales nos conducen a la carretera de acceso a Fornells, en donde damos por finalizada esta segunda etapa (16:45 h).
Etapa más tranquila y suave que la de ayer, aunque con similar longitud y desnivel acumulado, que pese a incluir bastantes kilómetros de caminos y asfalto, ofrece paisajes tan espectaculares y variados como el singular puerto de Mahón, la recóndita Platja Tortuga, el paisaje lunar del Cap de Favàritx, la placidez de las albuferas des Grau y Cala Addaia y, muy especialmente, el verde intenso y la sosegada calma de la campiña menorquí.

Datos prácticos (2ª etapa):
Distancia: 70 km
Desnivel acumulado: 1.080 m                 Altura máxima: 88 m.
Tiempo en movimiento: 05:50 h.
Velocidad media (mov):  12,0 Km/h
IBP: 107
Dificultad física (Media) y Técnica (Media)


3ª Etapa: Fornells-Ciutadella (50 Km. 1.076 m D+)
Esta tercera y última etapa discurre plenamente por el norte de la isla, por un relieve más abrupto y accidentado, en el que se localiza la Reserva Natural Nord de Menorca. La ausencia de poblaciones y urbanizaciones permite pedalear (o portear a ratos tu bici) por agrestes acantilados y solitarias y espectaculares playas vírgenes.

A las 9:05 comenzamos a rodar, siguiendo el recorrido de Camí de Cavalls, hacia Platges de Fornells y Cala Tirant (en el track se incluye un trazado alternativo que evita los incómodos escalones y el tránsito por esta última).
Un agradable sendero nos conduce a la carretera del Cap de Cavallería.
Dejamos dicha carretera y descendemos hasta la Platja de Cavallería. Espectacular playa, de aguas cristalinas y arenas de tonalidad rojiza, que, salvando las distancias geográficas y sus diferencias, me recuerda a alguna de las magníficas playas de Cabo de Gata. Sin duda, la playa que más me ha gustado de toda la costa norte.
Continuamos, alternando tramos ciclables y no ciclables, hasta Cala Mica, Platja de Binimel.là y poco después Cala Pregonda.
El tramo comprendido entre Cala Pregonda y Ets Alocs, de unos 7,5 km de longitud, presenta una ciclabilidad muy reducida. Por ello, y pese a la espectacularidad y policromía de sus paisajes, no resulta aconsejable a todos los bikers (nosotros empleamos unas 2 h para realizarlo). Así, en el track se ha eliminado dicho tramo y se incluye un bucle o variante que, desde Cala Pregonda, desciende hasta Ferreries y vuelve a retomar el Camí de Cavalls en Ets Alocs.
Los relieves montañosos entre Cala Barril, Cala Calderer y Ets Alocs obligan a continuados tramos de porteo o bici-trekking .
Llegamos a Cala del Pilar y remontando posteriormente su arenosa ladera se nos aparece literalmente la virgen, o al menos la figura de la virgen que adorna la oquedad en la que se localiza una fuente, en la que aprovechamos para repostar agua, descansar y reponer fuerzas.
El recorrido se torna más ciclable y con mayor presencia de vegetación, lo que nos permite, a diferencia de los tramos inmediatamente anteriores, pedalear a la sombra, al menos algunos ratos, en estas horas centrales del día.
Llegamos a Cala d´Algariens y poco después a cala Fontanelles. Un corto tramo de porteo, en ascenso, nos lleva a un sendero que finalmente nos conduce a las urbanizaciones próximas a Cala Morell.
Aprovechamos, como no puede ser de otra manera en toda salida de turismo BTT que se precie, a visitar los restos arqueológicos de las Coves de Cala Morell.
Ante la ausencia de ningún bar abierto, tomamos la carretera y regresamos nuevamente a Cala en Blanes, en las proximidades de Ciutadella (16.20 h).

Datos prácticos (3ª etapa):
Distancia: 50 km
Desnivel acumulado: 1.076 m        
Tiempo en movimiento: 05:40 h.
IBP: 118
Dificultad física (Media-Alta) y Técnica (Alta)
Observaciones: Tramos continuos a pie. Ciclabilidad muy reducida entre Cala Pregonda y Ets Alocs.

En resumen, una espectacular ruta que te ofrece, como pocas otras, todo lo que se le puede pedir a la práctica de la bicicleta de montaña: ejercicio físico en el medio natural, amenizado con entretenidos y técnicos senderos, al tiempo que te permite viajar, descubrir nuevos paisajes y, en este caso, conocer las playas y rincones de esta preciosa isla, reserva de la Biosfera, que es Menorca. Otro destino, uno más, imprescindible para todos los amantes de la bicicleta de montaña (o del senderismo).
A destacar, entre los tramos y paisajes más espectaculares, las calas azules y el denso bosque mediterráneo del sur de la isla, los verdes prados, la campiña menorquí y el paisaje lunar del Cap de Favàritx del lado oriental y los policromáticos relieves, extremos y solitarios, así como las playas vírgenes del norte de la isla. Todo ello accesible por un camino o sendero "público" que permite, sin las absurdas restricciones de otros lugares o administraciones, andar, montar a caballo o pedalear por interminables y variados kilómetros de sendero.

Track del recorrido (3 etapas): Aquí.

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jueves, 20 de marzo de 2014

Toconera in the night...

Esta noche nos hemos ido a hacer el "8" de las sendas de la toconera, donde se pone a prueba la orientación del pelotón, pues hasta con el GPS es difícil no cambiar el rumbo, tramos largos divertidos de sendas, la vuelta tras salir de la toconera a ritmo para completar el recorrido en 2 horas de movimiento llegando a las 23:30. El sábado mas...recordar salida a las 7:30, aquí la foto con un nuevo fondo...



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miércoles, 19 de marzo de 2014

El padre de todos los cucos.

Para celebrar el día del Padre San José nos hemos regalado una ruta de las que nunca defraudan: el Cuco de los Garganchines. Yendo por los Rincones de la Fuente del Pinar y los Altos de Jódar. Volviendo por las sendas de Fuente de San Pascual, Casa de Olula, Cirote, los Tanos y Casa Jaime. Y porque no hemos querido más, que siendo el día que es no se puede llegar a las tantas y la cerveza de celebración final, a cargo del único José  del grupo (un verdadero Diablo)  no se podía  perdonar. 
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domingo, 16 de marzo de 2014

Desaparecidos en Tobarrillas

Ayer sábado, un pequeño (pero matón) grupo de Liebres partimos a las 8 hacia el norte buscando la senda de los Aragoneses para recorrer parte de las Tobarrillas yeclanas y almanseñas. Ausencias notables hubo como la de todos los miembros del club presentes esta mañana en la marcha Komokabras 2014 que se encontraban guardando ayuno de bici para dar el Do de pecho, otros circundando ínsulas allende los mares y otros viendo crecer a su familia por la capital del reino.

Llegados como ya dije a Tobarrillas por el camino de los Aragoneses, empezamos enlazando con la zona de los Cardadores. Poco después, y tras la subida de los Rincones de la Fuente el Pinar se produjo la primera de las desapariciones de la mañana. Paco Díaz y Pedro aumentan progresivamente la marcha hasta que, encendidos, desaparecen de nuestra vista. Nada ya supimos de ellos. Bueno si, pero eso vendrá después. Lo normal que suele pasar es que desaparezcan unidades del pelotón por detrás, pero ¿por delante? Tras intentar contactar vanamente con ellos, proseguimos nuestra ruta buscando la subida a la casa de los Gatos y a los Altos de Palpaya. Alli enlazamos con el cortafuegos por cuyo camino ibamos a llegar a la Torreta de Tobarrillas. Allí almorzaríamos, y almorzamos. Pero de la torreta nada supimos. Inquietante. Otra desaparición misteriosa, al menos aquí teníamos pruebas feacientes de que antes hubo algo que debío ser una torreta


Atónitos con los hechos misteriosos que estaban acaeciendo, no tuvimos más remedio que almorzar, medio al Sol medio a la sombra, y retratarnos.


  
Continuamos nuestro recorrido con dos nuevas desapariciones. Manolo y Francis también desaparecen. Eso si, previo aviso de que vuelven a casa. El resto, cruzamos la carretera. A esta hora ya se había producido otra desaparición. Esta vez era el frío el que nos abandonaba y dejaba una pre-primavera, ciclisticamente hablando, perfecta. Buscabamos la casa de Manzanera y Los Pozuelos, paraje rural agricola de imponente belleza, al menos en mi opinión. Alli seguian las "ruedas" de paja tantas veces fotografiada en salidas nocturnas por la zona. Estas no habían desaparecido. 


Llegamos a los molinos de la parte oeste a los que accedimos por la senda por la que transcurre la Vuelta al Término. Arriba tomamos la empinada senda de bajada hacia la casa de la Perdíz. Un par de bancales después, nos vimos pedaleando en dirección al Collado de la Cava para completar sus sendas de subida y bajada, tan entretenidas y limpias como siempre. Marisparza, la Colorá y los Hitos se sucedieron posteriormente. Aquí tomamos la rambla del Pulpillo que completó de incrementar el divertimento de la mañana. La Moratillas a todo trapo (un clásico) puso el colofón a otra gran mañana de bicicleta. Unas senditas inesperadas casi en el casco urbano terminaron por dejarnos sedientos. La peña taurina salió a nuestro rescate y nos suministró unos ricos y frescos litros de cerveza. Diego tuvo a bien el convidarnos y, como de bien nacidos es el ser agradecimos, nosotros se lo agradecidos encarecidamente. Feliz cumpleaños Diego. Uno de los misterios se resolvió en la mesa del bar. Paco Diaz al fin cogió el teléfono indicandonos que tanto él como Pedro habían vuelto en perfecto estado (supongo que algo más cansados) a casa, tras desorientarse por los laberínticos caminos de Tobarrillas. Todavía queda por resolver el misterio de la torreta....


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