miércoles, 30 de abril de 2014

Convocatoria: Marcha en defensa de la Sierra del Cuchillo (Domingo 04 de Mayo).

En Defensa de la Sierra del Cuchillo ha convocado una marcha a pie por la Sierra para el próximo domingo 4 de mayo que partirá a las 10 de la mañana desde la Plaza del Ayuntamiento. El Club BTT Las Liebres se suma a la iniciativa y solicita a todos sus miembros y simpatizantes que participen en la convocatoria. ¡Que no falte nadie!


Es importante que estemos todos y que sumemos a nuestras parejas, familias y amistades en esta causa común en la que están en juego tanto el futuro de un paraje que caracteriza el horizonte al que mira la ciudad y que se ha convertido en el verdadero pulmón verde al que los ciudadanos acudimos a practicar deporte en el medio natural, como la dignidad de un pueblo amenazada por los oscuros intereses del poder.














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Seguimos con la novena...

Una ruta nocturna que tras su primera realización fue descartada por el estado de la subida a los Altos de Caudete, no apta para un recorrido con linternas,  recuperada  tras los arreglos hechos hace meses, ha servido para estrenar la flamante Scott de Jose Rafa. Otra 29", por supuesto. Salida por asfalto, llaneo por pista, subida rota, sendas en subida y en bajada, caminos erosionados con roderas, bancales y pedregales. Un poco de todo en una nocturna muy entretenida en la que empezar a descubrir las sensaciones de las ruedas grandes.
¿Y mientras tanto, el Madrid qué?  ¿Otra vez campeón de Europa?
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lunes, 28 de abril de 2014

CLASIFICACIONES DE LAS CARRERAS DEL FIN DE SEMANA

CLASIFICACIÓN DE LA MARCHA DE ONIL.
CLASIFICACIÓN DE HIGUERUELA:

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domingo, 27 de abril de 2014

Otra manera de llegar al Calderoncillo

Calderón-Calderoncillo era sinónimo de etapa pistera, cómoda, llana y un tanto insulsa. Si además hacía viento se convertía directamente en pestosa. En el intento de que ninguna ruta del Club BTT Las Liebres se pueda convertir en un mero trámite, la temporada pasada se hizo una revisión de esta clásica que la hiciese más atractiva. Esa fue la ruta del pasado sábado.

Inicio por la Umbría del Factor,  Casa del Cerro y del Madroño. Cualquier Liebre llegaría hasta aquí con los ojos vendados.  Después hacia Las Gateras Nuevas por un atractivo atajo y luego al Parador Nacional de Turismo de Las Liebres, también conocido por Casa de los Chispos. 

En la Casa Marta se inicia la travesía entre sus lomas y pinares para llegar a El Cuadrado, cruzar la autovía que conecta Yecla con Castilla la Mancha y entrar en el paraje de Las Leoncias, lejano, solitario y, quizás por ello, auténtico y bien conservado. Una trocha de ganado atraviesa los montes del Calderoncillo,  pedregosa y entretenida, hasta llegar al camino. En  el abrigo de la rambla almorzamos  al resguardo del viento. 

Sigue ahora un laberinto de caminos, buenos, malos, regulares e imposibles, del que sería difícil salir sin la ayuda del GPS .  Aparecen al fondo los molinos de los Gavilanes a cuyo alto  vamos a subir por el camino que recorre de sur a norte el lomo de la Sierra. Una subida realmente dura y  muy poco frecuentada por quedar fuera de los recorridos habituales.

 El plato final lo compone una sucesión de sendas, Gavilanes, Picarios I,  II,  III? y la Rambla de Vera. Para llegar al pueblo con buen sabor de boca.

En resumen, una etapa de transición que reune la diversión y dureza suficientes para volver a casa con la sensación de haber aprovechado bien la mañana. 

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viernes, 25 de abril de 2014

Ruta alternativa..

Noche con rachas de viento que tras consultar con los meteorólogos, hemos optado por seguir la ruta hasta la subida a Tobarrillas, y dejar el camino previsto y cruzar la carretera de Almansa por el limite del termino, llegamos a la Perdiz, y tras un ligero avituallamiento, bajamos de vuelta por el camino paralelo a la carretera en Ave clase turista. Y la foto que parece mejorable... 

 
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sábado, 19 de abril de 2014

LA OTRA COFRADÍA DEL VIERNES SANTO.

Son las siete y cuarto del Viernes Santo, y, según cuentan por la radio, en Sevilla todavía no se han cansado de ir de aquí para allá con todos sus santos a cuestas. Justo a esa hora habíamos quedado Los Liebres para iniciar nuestra particular estación de penitencia. Cada uno sabrá si participa en la ruta por cuáles sean sus pecados o por el simple, y no poco, placer de olvidarse del mundo toda una mañana con la excusa de visitar, entre el aprecio mutuo de los compañeros de ruta por variados paisajes primaverales, el Tolmo de Minateda, el Pitón Volcánico de Cancarix y las Minas de la Celia.
Este año la Penitencia del Viernes Santo con sus 122 km  ha ido un poco más allá de los 110 km del año anterior, que nos supieron a poco. Ha incluido algunas sendas, una de ellas en dura subida hacia el km 64. Y fuera de programa nos hemos topado con un par de caminos labrados que han añadido todavía más dureza a una ruta larga y exigente.
Con diez minutos de retraso fuimos seis, Paco, Jose, Pepe, Óscar, Diego y yo mismo,  los que iniciamos la ruta con señaladas ausencias por distintos motivos. El principio de la ruta, hasta el km 42, coincide con el marathon de verano del año pasado. Consiste en una serie de caminos que en suaves ascensiones y agradables descensos superan uno tras otro varios collados en dirección a Hellín, flanqueados a derecha e izquierda por las sucesivas sierras, Magdalena, Picarios, Gavilanes, Cingla, La Pedrera y Escabezado, que conforman el telón de fondo natural de un paisaje rural dominado por la vid, el olivo y el cereal.
Sierra de Enmedio.
En el km 41 alcanzamos a Manolo y José Antonio que salieron antes que nosotros para hacer el recorrido.
Dejamos la ruta hacia Hellín en un paraje llamado Vilches para atravesar una sierra denominada de Enmedio, muy alejada de la que todos conocemos. El camino empieza otra vez a ascender. Esta vez entre pinos y lomas, aportando una nueva perspectiva, apartada ahora de los terrenos más abiertos que hasta ahora habíamos recorrido. El continuado descenso nos dejará en el interior de una hoya que teñida del verde del cereal podría parecer un valle de montaña más que un hermoso rincón del duro Altiplano. Siguen bonitos caminos en zig zag que nos conducen al Barranco del Pocico de la Rá, por cuya fácil y divertida senda llegamos a la autovía A-30 tras los dos pinchazos consecutivos del compañero que optó por abandonar la ruta y volver por carretera.
Barranco del Pozo de la Rá.
Pasarela de acceso al Parque arqueológico del Tolmo de Minateda.
Así llegamos a nuestro primer destino: el Tolmo de Minateda. Este promontorio fue un asentamiento en un emplazamiento privilegiado. Estuvo poblado desde la Edad del Bronce, (II milenio A.C) hasta mediados del siglo XX. Hoy es un yacimiento arqueológico convertido en parque temático. Cerrado a cal y canto porque ninguna empresa se atreve con los 400.000 laureles de fianza que exige el concurso para la adjudicación del servicio, que siempre queda desierto. Con el bar cerrado, buscamos la sombra de unos chopos y dimos cuenta del almuerzo siendo ya las 10:30: mucho más tarde de lo que habíamos planificado.
Peñon sur del Tolmo de Minateda.
Siguiendo la Rambla de Minateda.
Seguimos 8 km por el margen derecho del canal de la Rambla de Minateda y tras cruzar las vías del tren por un paso a nivel sin barreras y con obstáculos (para lo que algunos antes se santiguaron) el camino tira otra vez hacia arriba acercándose a la segunda estación: el Volcán de Cancarix.
El camino se adentra en el pinar y continúa por una senda. Es un recorrido geológico señalizado y ciclable casi en su totalidad con tramos realmente duros. Por suerte abundan los paneles informativos, así que no faltan las excusas para parar de cuando en cuando a leer y a recuperar el aliento, disimulando la flojera de piernas que llevamos después de 64 km. El Pitón es un domo volcánico de 7 millones de años descubierto por la erosión. Se aprecian claramente las formaciones de columnas de roca volcánica cuyo color negruzco está en todas partes. El lugar está declarado monumento natural y, en bici o a pie, es un lugar digno de visitar. La senda continúa en bajada con algún tramo complicado y sigue por un camino abandonado que al salir del monte alguien acababa de labrar, obligándonos a la penitencia adicional de cargar con la bici a cuestas hundidos los pies en la tierra polvorienta.
Aprendiendo geología.
El Pitón Volcánico de Cancarix.
 Salimos del paraje y cruzamos de nuevo al autovía A-30 y paramos en una gasolinera a la entrada de Cancarix a colocar una cámara para reparar definitivamente otro pinchazo. Emprendemos, ahora sí, el camino de vuelta. Ya son las 12:15 y nos quedan 55 km para volver.
El camino es otra vez en subida y el poco viento que hay nos da de lado y no empuja. Atravesamos una selecta urbanización ocupada en su mayoría por políticos jubilados y europarlamentarios en activo. Nos preguntamos como son capaces de veranear allí, pues la olor a gorrino se hace insoportable. Nosotros apretamos el ritmo para abandonar pronto la zona y llegamos a la plataforma del desmantelado tren minero de La Celia, que unía sus minas con la estación de Hellín cuando en aquellas se explotaba un mineral llamado apatito utilizado para la producción de abonos fosfatados. Antes de las minas otro paisano labró el camino y su consecuencia fue otra penitencia extra. Y fue en ellas donde Pepe se pasó por alto la excursión a las minas y siguió la ruta por carretera no volviéndolo a ver en toda la mañana.
Minas de apatito de La Celia.
Pasada la tercera estación de nuestra ruta, los seis supervivientes seguimos el plan trazado, suprimiendo, por adelantar tiempo, un par de desvíos desde la carretera RM-428 aprovechando que el tráfico era casi nulo.
Hubo que superar un antepenúltimo ostáculo, camino del Barranco Martínez, que tuvo su recompensa en un tramo de senda inesperado.
Fuente publica en La Alquería.
Se cruza ahora las carretera de Albatana y Ontur y después la de Fuente Álamo antes de llegar a La Alquería; penúltimo avituallamiento en la fuente del pueblo y encaramos, como diría un comentarista, la última dificultad montañosa (y van nosecuántas) del día. Por el Camino de Los Charquillos vamos ganando altura a la vez que algunos perdemos fuelle. Hasta llegar a la Anchura, donde Paco se escapó definitivamente y no paró hasta el pueblo, saltándose por sus prisas el último avituallamiento. Esta vez unas cervezas frías que Manolo nos tenía preparadas en su campo, a la sombra de las moreras con las que siendo las tres de la tarde, con un sol de justicia, dimos por acabada la ruta. Con los kilómetros finales y la travesía por las calles de Yecla completamos los 122 km y 1400 m de desnivel, llegando a casa a las cuatro de la tarde, con una media en movimiento de 19 km/h y casi hora y media detenidos por imprevistos y averías.

Final feliz.
Dentro de unos días, el track depurado.


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miércoles, 16 de abril de 2014

Nocturna nº 12 “La Dividilla”: Toda una premonición.

Noche de farolicos atípica la de ayer por varias razones: no era jueves sino martes, faltaron varios participantes habituales de las nocturnas, y no se cumplió esa norma no escrita de Las Liebres “salimos juntos y volvemos juntos”.

Nos dimos cita 11 Liebres en la fuente de los leones para hacer el recorrido previsto por La Dividilla, Altos de Caudete, Monte del Cojo, Hoya de la Mansorrilla, y Monte de Álvaro; 34 kilómetros en total de pistas, caminos rotos y sendas, para estar a las 23:45 h. en casa.

Una magnifica noche de Luna llena con moderado calor y sin viento, ideal para la práctica de nuestro deporte. Sin embargo este recorrido, como el de la Toconera, donde abundan las sendas con cruces entre ellas, es proclive a que haya despistes y más de uno se desoriente.

Haciendo un poco de autocrítica, en la que me incluyo el primero, creo que los reagrupamientos deberían ser más cercanos entre ellos y sobre todo hacerlos en los cruces clave. Como dice Francis hay que mirar más por el retrovisor para ver donde están los de atrás. Anoche no lo hicimos así, y salimos 11 liebres, pero llegamos juntos 8.

Un recorrido divertido, aunque la salida no lo resultó tanto por ir perdiendo compañeros durante la misma.

No hay documento gráfico de la noche, a pesar de los numerosos intentos de Jose por realizarlo, pero los duendes de la Yesera emborronaban la imagen una y otra vez.


El viernes más pasión y penitencia en el Tolmo de Minateda.
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martes, 15 de abril de 2014

MULHACÉN POR LA VEREDA DE LA ESTRELLA - LA RUTA

Hacía muchos años que no iba a Sierra Nevada y, puesto que mis compañeros no la conocían, que mejor forma que volver por la Vereda de La Estrella. Y es que, ya no puede uno ir desaprovechando viajes y ocasiones. 
La ascensión al Mulhacén, desde la Vereda de la Estrella, es una ruta larga y dura que obliga, ante la ausencia de refugios, a tener que ir cargados con pesadas mochilas, a la vieja usanza. Además, la subida (y posterior bajada) a la Laguna de La Mosca, por las Chorreras, le confiere, en función del estado de la nieve y el hielo, una dificultad técnica añadida con poco margen para el error. Todo ello por la vertiente más abrupta, virgen y solitaria de Sierra Nevada. Una verdadera gozada.
Después del madrugón, llegamos al parking del Barranco de San Juan a las 10:00 h (Acceso). Nos juntamos con los compañeros de Valencia, terminamos de preparar y ajustar las mochilas, y comenzamos a pedalear (no, que digo, a andar) a las 10:30 h. Nos quedan por delante unas 3:00 h de cómodo sendero hasta Cueva Secreta.
Acompañados del constante rumor del agua y de un intenso verde primaveral pasamos junto a un castaño centenario conocido como "El Abuelo"
Aproximadamente 1:30 h desde el inicio, llegamos al conocido como "Viso de las Nortes", donde nos embriagamos con la visión de las imponentes caras nortes del Alcazaba (3.369 m) y Mulhacén (3.479 m). Como bien apunta Juan, el Síndrome de Stendhal, (variante montañera), hace mella en nuestros sentidos y aunque pudieran parecer los Alpes o el Himalaya, estamos en Sierra Nevada.
Más adelante encontraremos restos de una mina "La Probadora" y poco después de "La Estrella". Pasamos el Río Guranón por un puente de madera y posteriormente llegamos a Cueva Secreta.
Cruzamos el río Valdeinfiernos por un puente de madera, justo enfrente de Cueva Secreta, y acometemos el fuerte ascenso de la Loma de Casillas. Pasamos la Majada y el collado del Palo.
Seguimos a media ladera y llegamos al río Valdecasillas y un poco más adelante a los estrechos y encajados Prados de Las Víboras.
Continuamos ascendiendo junto al río, en dirección al Mulhacén, y después de buscar y descartar otros lugares, decidimos montar las tiendas en una suave elevación junto al río, tras unas 5:00 h totales de marcha.
Unas sopas, consomés e infusiones después, en las que no dejamos de acordarnos de la botella de vino que Migue se ha dejado en casa, a las 19:30 h ya hemos cenado y estamos "aseados" y listos para meternos en el saco.
Poco antes de las 21:00 h estamos acomodados (más bien "enlatados") en la tienda. La noche va a ser larga. A los continuos movimientos, reajustes posicionales, sonidos y ronquidos varios, se le suman las continuas visitas de una (o varias) zorras que acaban por sacar una mochila de debajo del doble techo de la tienda, arrastrarla por la nieve y, finalmente, salir huyendo con la bolsa de la comida. A juicio de los testigos del suceso, era una zorra, aunque, por tamaño, bien parecía una cabra.
 A las 8:00 h de la mañana del día siguiente, después de una ajetreada noche, ya equipados con crampones y piolet, comenzamos a ascender en dirección al Mulhacén. Llegamos a una zona amesetada a los pies de las Chorreras de La Mosca.
Ascendemos inicialmente en dirección a las Chorreras y poco después nos desviamos por una repisa inclinada en diagonal hacia la derecha (oeste). No hay hielo y la nieve, a estas horas de la mañana, está en perfecto estado. Tras algunas tramos de fuerte pendiente llegamos a la Laguna de La Mosca.
Placido, solitario, salvaje y tranquilo lugar, testigo de un antiguo circo glaciar, emplazado a los pies de la norte del Mulhacén y cubierto, en estas fechas, por un extenso manto de nieve.
Nos dirigimos al collado del Ciervo y desde ahí contemplamos el refugio y la Laguna de la Caldera, parcialmente descongelada, debido a la orientación sur de la misma.
50-60 minutos de marcha por una larga cuesta nos separan de la cumbre del Muhacén (3.479 m). 
Otra cumbre, una más, la más alta de la península, para las jóvenes liebres.
Aprovechamos para tomar un rápido bocado y ante la visión de las amenazantes nubes que se están formando iniciamos el descenso (12:00 h).
La nieve empieza a estar más blanda, aunque todavía no llega a ser molesta. Prestamos especial atención en el descenso de La Mosca (Atención: El descenso -y ascenso- más recomendable en invierno de La Laguna de la Mosca es por el basar o repisa cuyo inicio se localiza hacia el extremo o lado más occidental de La Hoya del Mulhacén). A partir de los pies de la misma, la nieve empieza a estar realmente blanda dificultando la progresión.
Llegamos al campamento sobre las 14:00 h. Desmontamos, recogemos, comemos y nos volvemos a cargar los "armarios" a la espalda (16:00 h). Decimos adiós a este bucólico rincón, y a las cabras (y zorras) que nos han acompañado en las últimas horas, e iniciamos esta segunda parte del descenso.
Poco después de las 17:00 h llegamos a Cueva Secreta. Desandamos la, en esta ocasión, interminable Vereda de La Estrella y llegamos, completamente agotados, al parking del barranco de San Juan sobre las 20:00 h. ¡Vaya paliza que nos hemos dado!. 
En definitiva, una larga, dura e impresionante ruta, de las más recomendables que pueden hacerse en Sierra Nevada, y, sin ninguna duda, la ascensión clásica, más atractiva, al pico más alto de la península, el Mulhacén. 

Track (de wikiloc): Aquí.

(El track del recorrido es en verano. Atención a las indicaciones para el ascenso/descenso a/desde la Laguna de La Mosca en invierno)

Datos Prácticos:
Distancia: 35 Km
Desnivel acumulado: 2.500 m
Tiempo en movimiento: 15-18 h (2 días). Dependerá del peso y del estado de la nieve.
Dificultad física (Alta) y Técnica (Media-Alta).
Observaciones: Imprescindible experiencia en Alta Montaña en invierno. Sin dificultad técnica en verano.


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lunes, 14 de abril de 2014

LIEBRES EN EL MULHACÉN (3.479 m)

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viernes, 11 de abril de 2014

Noche perfecta...

     Día 10 de Abril, para la etapa numero 10 en una  noche primaveral, para disfrutar de una ruta corta 38 Km. pero que tenia de todo, pistas, asfalto, repechos, sendas, bancaling, bajadas y subidas  rotas,  mas de 500 metros de desnivel, la única pega una baja por un pinchazo que optó por coger el primer tramo de asfalto. Quizás sea por la temperatura y por la compañía, pero esta ruta de hoy que no es de mis preferidas me ha resultado perfecta. El sábado mas,  buenas noches a los lectores nocturnos.... 


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domingo, 6 de abril de 2014

VUELTA A LA SIERRA DE MARIOLA. ¿Alguien da más por nueve euros?

En numerosas ocasiones oí hablar de Mariola y el nacimiento del Vinalopó. Aunque las crónicas del Blog acerca de anteriores visitas en bici por la zona y los relatos de hazañas seteras que se cuentan en ciertos foros micológicos no son, posiblemente, las fuentes de información más objetivas. Ya se sabe que todo el que viene del monte vuelve mintiendo. Da igual si ha estado cazando, pedaleando, buscando caracoles o níscalos: todos, si no es que mienten, por lo menos exageran mucho. Nunca he tenido ocasión de ver por mis ojos los cien conejos y perdices que cazaron mi primo y sus colegas, ni los trescientos pares de caracoles que trajo mi amigo, y porque se tuvo que volver a las once, ni los ochenta kilos de rovellones que sacaron mi amigo de Elda y su mujer en una mañana. Pero hoy he tenido la ocasión de comprobar por mí mismo que, en lo que respecta a este nuestro negocio de la bici de montaña, lo que se decía de Mariola es cierto: es un enclave natural privilegiado, recorrerlo en bici es un placer indescriptible y además está a tiro de piedra de casa.
Puntuales a la cita, seis Liebres seis partimos con destino al lugar de inicio de nuestra ruta en un espacio habilitado para aparcar junto a la carretera  CV-794  entre Bocairente  y Alcoy muy utilizado por los visitantes. 
Salimos por un camino adentrándonos en la Sierra y cruzando los cultivos aledaños donde la incipiente primavera y las lluvias de la pasada semana han creado el escenario prefecto para disfrutar del paisaje, el terreno y el esfuerzo en la mejor compañía. Tras la primera toma de contacto dejamos la pista de subida y perdemos la altura ganada por un camino roto, a tramos senda, rápido, sencillo y a la vez divertido.
Retomamos el camino pasando por diversos rincones y masías. Volvemos a cruzar la carretera y la pendiente sigue aumentando a medida que la subida se adentra en la niebla. Hasta que llegamos a la Cava Arqueada; un enorme pozo de nieve a 1200 metros de altura, la más notable construcción que pudimos encontrar en la Sierra.
Tras el almuerzo y las fotos en el turístico pozo, empieza la bajada siguiendo la pista que pronto abandonamos para recorrer una senda en altura hasta el punto en el que se inicia la subida al Pico Montcabrer. Nosotros tomamos a derecha un sendero, técnico pero no tan agreste como el anterior, que desciende por el barranco "dels paraetes", que finalmente va ganado anchura hasta volver a ser un camino que nos llevará hasta el Collado de la Zapata. Aquí se inicia otra senda en bajada, a tramos rocosa y pronunciada pero asequible para una liebre entrada en años e inconsciente como yo. El enlace nos devuelve a otra pista. Ésta ya nos pondrá en suerte para iniciar el descenso por el Barranco de Cinc: uno de los recorridos más bonitos y espectaculares de la zona, lo que atestigua la gran cantidad de senderistas que subían desde Alcoy, que amablemente sujetaron los perros y nos cedieron el paso; prueba que no todos, sino los menos, se comportan como talibanes, por lo que es injusto generalizar el comportamiento de algunos a todo un colectivo. Lo cual es aplicable también para nosotros los ciclistas. Cuesta muy poco saludar y dar las gracias a quien te cruzas por el monte, y, por supuesto, hay que saber adecuar la velocidad a las circunstancias. Para correr desde la salida hasta la meta, ya inventaron las carreras.
El Barranco de Cinc es una pasada. Encajonado en la montaña, una senda empedrada, con numerosos escalones, lo recorre junto al arroyo. Aunque personalmente me gustaron más los tramos de la senda menos domesticados por la mano del hombre, es un enclave espectacular tanto por el entorno como por el trazado.
Al terminar la senda llegamos a la carretera CV-794, llevando poco más de media ruta y estando en su punto más bajo. No queda más remedio que volver a subir para recuperar la altura perdida para volver, en dirección a Bañeres, al punto de partida. A la izquierda, Alcoy se extiende por debajo de nosotros. La subida carretera se hace pesada con estas bicis de ruedas gordas. Para aliviarnos del sufrimiento abandonamos el asfalto a los dos kilómetros, en el área recreativa de la Hoya de Alcoy, para subir al Monte Castellar por una bonita y dura senda mucho más apropiada para nuestras monturas que el pesado asfalto. Alcanzando un pequeño collado ya no quedan pinos y el terreno es una cresta rocosa de contornos redondeados totalmente desnuda. Uno de esos descensos en los que sabes que nunca vas a perder tracción y que cualquier pendiente, por pronunciada que parezca, se puede superar con éxito.

La carretera vuelve a ser inevitable. Y en los siguientes 12 kilómetros entraremos y saldremos del tráfico en varias ocasiones buscando alternativas que resultaron magníficas con variados caminos y senderos hasta cruzar por última vez para hacer la penúltima senda de la mañana. Esta vez un recorrido, también en subida que se hace dura a estas alturas, atravesando un encinar con el encanto que añade pisar el suelo cubierto de hojas. 

Las últimas subidas por pistas pesan en las piernas. Cuando en el camino aparecen tramos de hormigón, nunca son el anuncio de nada bueno. Finalmente, con mis fuerzas muy justas, se superan las últimas cotas de las lomas de la Font Freda y bajamos, por un empinado y peligroso (por lo rápido) camino hasta la casa de la Gilella, última cadena, puerta o baliza de las incontables que hoy hemos tenido que sortear.
Nos dirigiremos a continuación a buscar el río Vinalopó y su nacimiento en la Font de la Coveta. Un sorprendente rincón. Muy tranquilo y agradable ideal para pasar una mañana con la familia o "rular la mona" que dicen por ahí. Lástima que algunos todavía no se enteran de que por allí no pasan los barrenderos y se empeñan en abandonar la basura a su suerte. Ver una bolsa de basura flotando en las aguas cristalinas que acaban de salir a la luz causa verdadera desolación. Es el país que nos ha tocado vivir.
Para terminar tuvimos la oportunidad, para mi inesperada y sorprendente, de recorrer río arriba, más bien rambla por encima del nacimiento, por una senda que discurre junto al lecho, cruzándolo en varias ocasiones. Una subida pausada, puntualmente técnica muy agradable y divertida para rematar una ruta absolutamente única que, una vez más y no sabría contar cuantas van, debemos a la dedicación e inmejorables relaciones públicas e institucionales de nuestro apreciado Andrés, que además ha cedido las fotos y a quien nunca podremos agradecer lo suficiente que continuamente nos esté empujando a disfrutar de la bici recorriendo la montaña. O de la montaña recorriéndola en bici, que tanto monta, monta tanto.

Acabaré recordando a todos que el futuro de salidas como la que acabo de contar es incierto. La administración se ha empeñado en demonizarnos a quienes circulamos en bici por las sendas en una impúdica demostración de ignorancia y desprecio hacia los ciclistas. Parece que han mandado al Seprona a recaudar al monte y este fin de semana ha habido multas Coto Cuadros. Puede que a la Conserjería de Medio Ambiente se le haya agotado el presupuesto y se dedican a esto en vez de perseguir y sancionar vertederos y cantera ilegales.

Haz esta ruta ahora que puedes. Por nueve euros, gasolina y cerveza incluidas, no encontrarás nada que se le pueda comparar.  Igual el mes que viene es tarde. En cualquier caso no lleves nunca encima en DNI y si te preguntan quien eres dices que no te acuerdas. A muchos, por cosas realmente graves, le ha funcionado.

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