lunes, 1 de diciembre de 2014

Las Liebres Yecla: especie en vías de expansión.

La sartén de rabo largo, esa que uso solo para las ocasiones, no se ha enfriado aun del todo. Hace apenas una hora que los últimos invitados hemos dejado solos, al fin, a Pilar y Paco. Otro año más nos han abierto las puertas de su casa para que nuestro Club vuelva a celebrar el final de otra temporada con el ya clásico almuerzo de hermandad conocido como las gachasmigas del Club.


La de este 2014 ha sido una cosecha fructífera en casi todos los aspectos.  Las sugerencias y comentarios de los socios has contribuido a establecer un repertorio de rutas capaz de satisfacer casi todos los gustos.  Completo, variado e incluso a veces sorprendente.
Las lesiones parece que nos han dado tregua y ahora mismo no hay, que yo recuerde, nadie en el dique seco por problemas serios de salud. Gabi, Francis, Agustín y Gustavo se han recuperado de sus problemas y, de una forma u otra, han podido volver al ruedo ciclista.

El Género de Las Liebres se sigue ampliando y siguen apareciendo nuevas especies y familias que se incorporan e integran en el Club haciéndolo más grande. Por citar algunos, la llegada de los  Fuera Pistas ha revolucionado el desarrollo de las rutas de los sábados, y sobre todo su final. Otros concentran su actividad ciclista los domingos por sus circunstancias laborales. Sigue habiendo un nutrido grupo de asiduos a las carreras que, si bien y como es lógico, llevan un plan muy diferente al resto, no dudan en aprovechar cualquier oportunidad para cambiar el maillot de la calavera por el de la liebre con gafas y  salir un sábado con el grupo para que nadie olvide que bajo los uniformes de los equipos de competición sigue habiendo una liebre. La última llegada ha sido la de las Chicas Monster, que , seguro, nos van a contagiar y motivar con su infinito entusiasmo, ávidas por descubrir, subidas a una bici, hasta el último rincón de nuestro término municipal. Visto desde fuera algunos pensarán que las liebres se dividen cada vez más. Pero se equivocan. Las Liebres no se dividen: se multiplican. Y, al día de hoy, ya somos 107.

Últimamente algunos se empeñan en ponerle puertas al campo, y otros cadenas y barreras al monte. Hasta el tiempo se nos ha vuelto hoy en contra. Piensan algunos dirigentes locales, haciendo una exhibición indecente de arrogancia e ignorancia, que los ciclistas somos molestos y perjudiciales. Pretenden por ello dirigir nuestros movimientos adonde a ellos les parece bien. No pueden entender, ni siquiera lo han intentado, que la principal causa del bienestar que nos produce andar en bici, es la satisfacción de poder llegar a cualquier parte con nuestro propio esfuerzo, a veces hasta desbordado. Y aunque los "elementos" nos sean adversos, ni tormentas, ni ordenanzas, ni acusaciones mezquinas y miopes, conseguirán que nuestra especie se extinga. Igual que hemos capeado hoy la lluvia, seguiremos disfrutando de lo que nos gusta y nunca podrán impedir que cientos de aficionados salgamos todos los días de la semana, por todos los campos y montes, recorriendo sus caminos, sendas y ramblas, sin otro ruido y huella a nuestro paso que el de las ruedas en la tierra mojada.

1 comentario :

Anónimo dijo...

¡Estos tipos son muy buenos dando pedales, pero comiendo gachasmigas no son peores! :)