Iniciamos la ruta prevista hacia Tobarrillas a un ritmo tranquilo y con el pelotón agrupado, coronamos la Casa de los Almendros, y bajamos prudentemente para cruzar la carretera de Almansa, continuamos hasta la Casa de la Perdiz, donde fue el avituallamiento y la foto de rigor, y como íbamos un poco por debajo de la media empezamos a animar el ritmo, hubo una caída sin consecuencias motivada por una de las múltiples ramblas que nos han dejado las lluvias, y ya desde aquí comenzamos poco a poco coger velocidad, empezó un mochuelo que puso el grupo en fila india hasta llegar al asfalto, se relajo un poco el grupo hasta que una liebre de las clásicas puso la locomotora en marcha y los últimos 7 kilómetros vinimos en Ave, al final poco mas de dos horas como de costumbre.
Esta noche había ademas entrega de copas, y 6 del grupo nos fuimos a recoger cada uno la nuestra, tras un brindis a la luna y casi una hora de tiempo en pausa nos retiramos a nuestros aposentos.
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