El Arabí

Hoy ha sido una de esas rutas que todos teníamos ganas de hacer. Y es que la espera de poder entrar a nuestro Arabí ha valido la pena.

 

Un buen grupo nos hemos reunido para darnos un festín de caminos, sendas y ramblas. Subimos por las Moratillas para entrar en la rambla de agua salada y continuar luego por la rambla de las Atalayas, antesala de los comienzos del Arabí que ya empieza a templar los cuerpos. Alguna que otra parada para agruparnos antes de empezar la dura subida al geodésico es reclamada a posteriori y de forma acertada por algún miembro del grupo. Arriba tomamos un bocado y disfrutamos de las reconfortantes vistas de ese maravilloso balcón.

Iniciamos la gratificante bajada, tomando rumbo por el Morteruelo hacia Las Atalayas. Zona que ya empieza a resultar dura por la hora y lo que llevamos en el cuerpo. El estado de los caminos en esta parte es muy malo y desafortunadamente nuestro compañero Diego sufre una aparatosa caída, al principio preocupante pero conforme pasan los minutos vemos que queda en chapa y pintura y un buen susto.

Nos agrupamos abajo para dirigirnos a la senda del Pocico Lisón. Una vez arriba y tras hacer un test de nuestros cuerpos empieza la división de opiniones entre acortar la ruta y dirigirnos hacia el merecido refrigerio o hacer la última senda del día. Ambas ofertas son tentadoras y al final gana la senda. De nuevo, valió la pena hacer un último esfuerzo para recorrer una senda nueva cuyo nombre y zona no recuerdo, pero no olvidaré su trazado para la próxima.

Nos volvemos a agrupar para dar un final de etapa como se merece y como sabemos hacerlo, comentando las mejores jugadas en uno de los surtidores de nuestra localidad.