sábado, 17 de octubre de 2015

ECOS DE LA ULTRAMARATON

Esta mañana nos hemos dado cita en la fuente de los leones un reducido pero selecto grupo de Liebres, para hacer el recorrido propuesto para hoy. Track elaborado por nuestro, siempre recordado, compañero Juan Ramón, que es una variante del recorrido que ya hicimos el pasado 20 de junio, algo menos duro pero en mi opinión más divertido.

En los primeros compases de la salida, mientras rodábamos por el camino de la Boca del Cántaro, Patro, Marcos, Manuel y Francisco, que participaron el domingo en la ultramaratón, han ido contando anécdotas, pasajes y vivencias de esta dura carrera, para el deleite, y un poco de sana envidia, de los que les escuchábamos. Después de oírles, me queda muy clara la impresión que cumplieron con lo que nos gusta a los amantes de la bicicleta, y que es difícil de entender para la mayoría de la gente: lo pasaron pipa pasándolas canutas, el sufrimiento gozoso del que tantas veces hemos hablado.

Al dejar el camino de la Boca del Cántaro, para dirigirnos hacia la Casa Tallada, se despiden de nosotros Manolo Lidó y Paco Sánchez, que por diversas obligaciones tenían que hacer la vuelta más corta.

A Paco, que es el socio activo más veterano del Club, ya antes de la salida le habíamos reiterado la enhorabuena por su reciente nombramiento como Clavario de nuestras fiestas patronales. Personalmente me alegro un montón porque sé lo que esto significa para él y para su familia, y el anhelo largamente deseado que tenía en conseguirlo.

Siguiendo con la ruta, una vez dejada atrás la Casa Tallada, nos hemos dirigido hacia la falda de la Sierra de la Oliva por caminos rotos, para enlazar, después de atravesar algún que otro yermo, con la subida del Barranco del Paraíso. Subida que hacemos a un ritmo no muy exigente, y una vez arriba, cogemos el camino que sube a los molinos, pero que enseguida abandonamos para tomar a la izquierda la preciosa senda, que en larga bajada nos lleva hasta la Fuente de Olula, desde allí continuamos por una ascendente y dura senda que nos dejaría a media ladera de la subida a la sierra por Los Chotos. Descendemos el camino para volver a la Fuente de Olula, donde paramos para avituallarnos.


Enseguida continuamos la marcha para hacer en subida la senda de Olula, que nos llevaría a la Hoya de Catín, desde donde rápidamente enlazamos con las sendas de Cirote y Los Tanos.

Quiero resaltar que todo el recorrido hoy lo hemos hecho a la manera que tradicionalmente Las Liebres hemos realizado nuestras rutas: cada uno va a su ritmo, según sus fuerzas, pero con numerosos reagrupamientos del grupo para seguir todos juntos. Especial mención quiero hacer de Pedro, que me ha ido esperando y ha sido mi compañero durante toda la mañana.

Después de Los Tanos, para que no acabara el festival de sendas, bajamos la senda del Revolcador, de aquí a Casa Jaime, y en rápido trayecto nos dirigimos hacía la Sierra del Cuchillo, que esta vez no eludimos, y tal como estaba previsto tomamos la senda de la izquierda para subir el muro inicial, y después la más llevadera senda que corona el collado de la Sierra del Cuchillo. Descendemos por la senda de la otra vertiente, para coger una serie de caminos “buenamente malos” por la Hoya de la Mansorrilla, buscando las sendas del Monte de Álvaro, que enlazamos con la del Cerro Colorado, para finalizar en la Senda de los Jinetes, desde donde nos dirigimos a tomar otro merecido avituallamiento.

En resumen, un precioso recorrido de 62 kilómetros con 1.155 mts. de desnivel positivo acumulado, que nos ha hecho pasar una estupenda mañana.

1 comentario :

JRChirlaque dijo...

Este recorrido es todo un banquete de sendas que hay que degustar con sosiego para no atragantarse. Y por lo que cuentas, Diego, en esta ocasión pudisteis acabar con todos los platos, que no eran pocos. Espero no tardar demasiado en sumarme al festín.